Hoy en día, los motores eléctricos se han convertido en una alternativa sólida y sostenible a los motores de combustión interna. Durante algún tiempo, los motores eléctricos se han utilizado para muchas funciones, como abrir puertas de garaje y bombas de piscinas.
No cabe duda de que el mayor desafío de la tecnología actual es que estos motores eléctricos pueden propulsar vehículos a altas velocidades, de hecho, hay muchas experiencias en el mundo que han demostrado que esto es factible. En primer lugar, hay que decir que un motor eléctrico es una máquina que puede convertir energía eléctrica en energía mecánica. El motor puede hacer esto debido al campo magnético generado por la bobina dentro del motor. El motor eléctrico tiene seis componentes principales:
Estator: la parte fija de la parte giratoria. Para el motor eléctrico, este es uno de los elementos básicos, y para el generador, es el elemento básico de la CA.
Rotor: Es una parte que gira o gira dentro de un motor (ya sea un motor o un generador). Está sostenido por un eje que sostiene un juego de bobinas enrolladas en la zapata del electrodo estático.
Interruptor: Es un interruptor que se encuentra en algunos generadores y motores, su función es cambiar periódicamente la dirección de la corriente entre el rotor y el circuito externo.
Cepillo: En un motor o generador, se debe establecer una conexión fija entre el motor y la bobina del rotor. Para ello, los dos anillos se fijan en el eje giratorio, eléctricamente aislados de los anillos y conectados a la bobina giratoria y sus terminales. Luego, algunos bloques de carbón aplican presión a través de resortes para establecer contacto eléctrico. Estos bloques son pinceles.
Es importante comprender cómo funciona el motor. El magnetismo genera la fuerza física de los objetos en movimiento. De hecho, dependiendo de cómo estén alineados los polos magnéticos de los imanes, pueden ser atraídos o repelidos. En un motor eléctrico, la energía eléctrica se utiliza para generar campos magnéticos que se repelen mutuamente para que muevan la parte giratoria (es decir, el rotor).
El rotor está envuelto en cables llamados bobinas y su campo magnético es opuesto al campo magnético de la parte estacionaria del motor (el estator). Es este hecho el que hace que el rotor comience a girar. Sin embargo, cuando los dos polos estén alineados, el motor se detendrá. Para evitarlo y mantener el motor en marcha, es necesario invertir la polaridad del electroimán, que es responsabilidad del alternador.
Por lo tanto, la mayoría de los motores funcionan con corriente alterna (CA). La constante alternancia e inversión de la polaridad positiva y negativa hará que el motor continúe girando.